SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS REVOLUCIONARIOS DEL MUNDO

SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS REVOLUCIONARIOS DEL MUNDO

Con profunda alegría revolucionaria, los prisioneros políticos y de guerra del Perú, en esta muy significativa fecha del 17 de abril, enviamos nuestro saludo combativo a todos los prisioneros políticos del mundo y nuestra solidaridad con sus luchas por derechos y por su libertad. Y muy especialmente asumimos la convocatoria a construir el Monumento a los Héroes del Pueblo en homenaje a la masiva heroicidad del pueblo peruano, incluida la de los héroes prisioneros de El Frontón, Lurigancho y El Callao, que entregaron su sangre y sus vidas por acabar con la opresión y explotación y edificar un mundo mejor.

Esta conmemoración del Día Internacional del Prisionero Político, se da en un contexto mundial de lenta y larga recuperación de la crisis económica mundial, la más grande y grave crisis del sistema capitalista, expresándose la agudización de las contradicciones interimperialistas por un nuevo reparto del mundo y configurándose una antesala de una nueva guerra mundial. Situación que agudiza la lucha de clases y las contradicciones en el mundo, siendo la principal: naciones oprimidas- imperialismo, lo que se refleja en las constantes agresiones contra los pueblos del mundo y la resistencia y lucha de éstos.

En nuestro país, resaltar la indoblegable lucha que los prisioneros políticos llevamos adelante bregando por ¡Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional! enfrentando una persecución política macartista e inquisitorial fuera y dentro de las prisiones. Y en particular, destacar nuestro especial reconocimiento al prisionero político más importante, el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, Presidente del Partido Comunista del Perú, quien a sus 80 años de edad y cerca de 23 en crueles condiciones de aislamiento y cadena perpetua en la Base Militar del Callao, mantiene invictas sus convicciones ideológicas marxista-leninista-maoístas. Reiteramos nuestro indeclinable compromiso de defender su vida y salud y luchar por su libertad.

En el caso de su esposa, la profesora Elena Yparraguirre Revoredo, estuvo en similares condiciones durante 15 años, y cada cierto tiempo es blanco de represalias por sus inquebrantables convicciones ideológicas. La salud de muchos de los prisioneros es precaria y empeora por la deficiente atención carcelaria como en el caso del compañero Víctor Zavala Cataño, reconocido dramaturgo que tiene más de 82 años de edad. Hace dos meses, la prisionera política Margi Evelyn Clavo Peralta, combatiente comunista de toda la vida, falleció con cáncer terminal luego de 20 años de prisión, muerte acelerada por las torturantes condiciones a las que el Estado peruano, con Ollanta Humala a la cabeza coludido con la ultraderecha, la sometió.

Como parte de esta persecución política abrieron nuevos procesos judiciales por hechos de hace 30 años para impedir la libertad de los prisioneros políticos Osmán Morote, Margot Liendo y Victoria Trujillo Agurto, prisioneros que ya cumplieron su sentencia íntegra de 25 años pero siguen encarcelados. Así mismo, transcurrido un año de la persecución y detención de los dirigentes y activistas del Movadef, cuya posterior libertad frenó el objetivo reaccionario de encarcelar a todos, el proceso judicial sigue y en él se vienen cometiendo violaciones al debido proceso para impedir la lucha política por derechos fundamentales y por amnistía general, lo que denunciamos y desenmascaramos.

En todo el mundo, los presos políticos luchan por mejores condiciones y por su derecho a la libertad. Saludamos y nos solidarizamos con los prisioneros políticos maoístas de Marruecos que llevan una huelga de hambre desde el 23 de marzo del 2015, con el objetivo de denunciar y frenar los abusos y agresiones físicas y morales que sufren diariamente en las cárceles de la reacción. Apoyamos la lucha de los miles de prisioneros políticos de la India y Filipinas que en duras condiciones de represión mantienen en alto la moral de la revolución.

Nos solidarizamos con la lucha de miles de prisioneros kurdos y su dirigente, el compañero Abdullah Öcalan, luchadores por la libertad de su pueblo. Con los presos políticos vascos que enfrentan una represiva política penitenciaria, represión que se extiende hacia sus familiares. Con los miles de presos palestinos por luchar contra el yugo israelí que se ensaña vilmente contra niños, ancianos, mujeres que resisten la ocupación de su tierra. Con la resistencia ejemplar de los prisioneros de Chiapas que no desmayan y son la fuerza para su pueblo que se defiende contra la expansión capitalista que amenaza sus tierras. Con los prisioneros políticos de Guantánamo, siniestra cárcel imperialista de tortura y negación de derechos fundamentales. Con los miles de presos políticos de Colombia que se rebelaron por una sociedad más justa. Con los prisioneros políticos mapuches que se encuentran desde hace más de 20 días en huelga de hambre, encarcelados por las leyes represivas que judicializan los conflictos sociales. Con los prisioneros políticos de Paraguay, encarcelados y enjuiciados por defender sus tierras y sus recursos naturales. Con los presos políticos de Guatemala, Argentina, Ecuador, el propio Estados Unidos y de los cinco continentes, todos ellos por defender derechos fundamentales y desenmascarar la acción reaccionaria contra sus pueblos.

Son decenas de miles de prisioneros políticos repartidos en distintas cárceles del mundo, pero lo común en todos ellos es que son luchadores sociales, revolucionarios o comunistas que luchan desinteresadamente contra la opresión y explotación del sistema capitalista e imperialista, por la defensa de sus tierras y recursos naturales, por la defensa de sus derechos fundamentales, por su independencia contra la agresión imperialista, o por la transformación de este sistema en uno nuevo y distinto para las generaciones del mañana.

Las luchas de los prisioneros políticos son un aliciente y ejemplo para seguir bregando por la transformación revolucionaria de este viejo mundo opresor y explotador y como parte de ellos, los prisioneros políticos y de guerra del Perú, que transformamos las sórdidas mazmorras de prisión en luminosas trincheras de combate, reafirmamos nuestro compromiso de dar la vida sirviendo al pueblo y jamás hincar las rodillas.